jueves, 5 de febrero de 2009

En guardia

Golondrina siempre me ha llevado en sus alas a donde necesito ir, ya sea el trabajo, la escuela, recorridos por el campo o a festejar con lo amigos.

Cada vez que me despido de alguien digo a donde ire y agrego "me voy volando" tanto sea por la velocidad que alcanzo en Golondrina como por el simple gusto de pensar que esta ave mecanica me llevara sobre su espalda.

Hoy como siempre me ah llevado a donde necesito ir, en este caso, ir a la base de la Cruz Roja delegacion San Luis, pero no se asusten que a mi no me pasa nada, hace meses que soy voluntaria como paramedico, aunque hasta hace unos dias servi en el hospital; ya se me ha autorizado subir a ambulancia gracias a las horas cumplidas y tener el expediente de documentos completo.

Asi es que hoy por fin fue mi primer guardia en socorros, llegue sobre golondrina y la deje descansando junto a la oficina, me reporte con el jefe de guardia y me probaba el casco reglamentario cuando sono el llamado, ni quince minutos de haber llegado y ya se me solicitaba para mi primer servicio.

Subi a la ambulancia calmada, y pregunte por la naturaleza de la mision -Un atropellado- fue la respuesta.
Un atropellado, recorde el entrenamiento al tiempo que escuchaba un poco de musica tranquila, llegamos, tome el equipo y camine tras mis compañeros, fue cuando me di cuenta...
Frente a mi habia una preciosa bicicleta roja tumbada en el suelo, se veia bastante nueva, con las llantas desviadas y rodeada por una multitud.
Supe enseguida lo que eso significaba, y me dolio el estomago de tan solo pensarlo, al lado de aquel corcel caido se encontraba el dueño, un hombre de mediana edad, conciente gracias a dios, presentando una herida en la cabeza.

He de confezar que me puse nerviosa de primera, y sepan que de no haber sido por mis compañeros con mas experiencia... bueno agradesco que ellos estuvieran alli y tras dos largos minutos de confucion interna (en estos casos el tiempo es vida) reaccione para actuar como se debe.

Trasladamos al hombre al hospital correspondiente, en el camino me entere que el se dirigia de regreso del trabajo a casa, la bicicleta era nueva, la compro gracias a lo ganado como electricista, tan solo escuchar la manera en que fue atropellado me dio coraje: el iba en su lugar (a falta de ciclovias en mi ciudad) cuando un camion urbano se le cerro y practicamente lo estampo contra otra camioneta estacionada, al sentirce aplastado perdio el control del manublio; cuando desperto su esposa (viven cerca de donde fue el incidente) se encontraba a su lado llorosa. -Son cosas que no deverian ser- le dije y continue tomando sus signos vitales.

Entregamos al paciente y nos dirigimos de regreso a la base, y no se que fue, pero me senti mareada de regreso, tal vez fue la emocion de la primera vez, o el saber que era un ciclista mi primer servicio, o la curiosa "comida fusion" que habia ingerido hace dos horas o posiblemente la manera tan loca con la que maneja mi compañero aunadado a que hace tiempo que no subo a un auto motorizado, o el hecho de que yo siempre he sido de baja presion arterial, o el miedo de ser yo la proxima, no lo se, creo yo que fue la convinacion de todo, pero llegue a la base sintiendome mareada.

Prendi de nuevo el mp3 y pense que tal vez era mi destino auxiliar a un ciclista en mi primer servicio, en mi primera guardia en ambulancia, tal vez sea una advertencia, o una pervesa broma del universo...

Aun asi no tengo miego, mañana despertare temprano, tomare a mi fiel Golondrina y me ire volando al trabajo como todos los dias hago, por que yo naci para volar y nada me detendra ni un rinoceronte ni mucho menos un enorme camion urbano conducido por un salvaje cavernicola.

Yo voy a vivir mi vida volando al raz del suelo como las golondrinas...